El león que se comió las mariposas
Coincidencias creativas
De OT y otras cosas actuales
Reconoceré que no soy muy seguidor de OT y programas semejantes pero con eso de compartir con otros sus experiencias acabó por ser imposible no seguir alguna canción de este programa. Con cierto retraso pude ver algunas, entre ellas, se encuetra la canción de Brisa Fenoy, una joven compositora, que me resultó interesante: "Lo Malo". Luego vi que utilizaban como pancarta la frase de "Soy el león que se comió las mariposas" con la que se reinvindica la autonomía de las decisiones de las mujeres quiero suponer.Me pareció una canción con gancho y cierta fuerza y esa celebrada frase me va a permitir recuperar mi libro de cuentos, ese que publiqué hace unos años (2012) y que en breve volverá a ser publicado, esta vez, con la competente editorial de Amazon: Createspace.
En uno de los once cuentos (Uans Apon A Taim) que incluye mi primera publicación se narra la historia de Ataúlfo el Gran Duque del Reino de Alado e hijo del Rey Ataulfo el Grande que va a correr divertidas y subrealistas aventuras para lograr casarse con la Princesa Tresa o con la Princesa Fresa, pues no se decide por ninguna de las dos: la vigorosa y atractiva Tresa o la dulce y delicada Fresa.
Bien, un cuento para niños que narra unas alocadas aventuras de las que os presento un breve extracto al que me recordó como coincidencia creativa, la frase de "El león que se comió las mariposas" veréis por qué.
Uans Apon A Taim (Extracto)
(...)
Entraron en una sala donde aparecían dos caminos y dudó por qué camino debía de avanzar. Se decidió por la derecha y siete leones surgieron de la nada. Siete leones fieros y fuertes que rugían y hablaban a gritos: “de aquí no pasas, pues te vamos a comer”.
Encima de cada león había una mariposa, en total había siete mariposas que volaban encima de los leones. Siete mariposas de todos los colores: azul, verde, roja, amarilla, naranja, rosa y morada.
El primer león rugió y, el buen hombre, miró al feo perro para decirle: “si no corremos estamos perdidos” Y corrieron hacia fuera de la cueva cuando, de repente, ¡plam! Golpeó contra el cristal de la puerta de la cueva. Pensó, “así dicen que si no las superas, de aquí no sales. Así es la cueva, así
son las pruebas”. Encontró, al lado de la puerta, un cazamariposas y se le ocurrió una idea.
Siguió a los leones con el cazamariposas y, el primero que se encontró, se rió: “¿con eso nos quieres cazar?”
Encima de cada león había una mariposa, en total había siete mariposas que volaban encima de los leones. Siete mariposas de todos los colores: azul, verde, roja, amarilla, naranja, rosa y morada.
El primer león rugió y, el buen hombre, miró al feo perro para decirle: “si no corremos estamos perdidos” Y corrieron hacia fuera de la cueva cuando, de repente, ¡plam! Golpeó contra el cristal de la puerta de la cueva. Pensó, “así dicen que si no las superas, de aquí no sales. Así es la cueva, así
son las pruebas”. Encontró, al lado de la puerta, un cazamariposas y se le ocurrió una idea.
Siguió a los leones con el cazamariposas y, el primero que se encontró, se rió: “¿con eso nos quieres cazar?”
- No a ti, sino a las bellas mariposas que vuelan con vosotros.
- ¿Mariposas con nosotros?, ni de broma.
El primer león, miró al segundo compañero y se echó sobre la mariposa que volaba sobre él. El otro, al verlo, pensó que se había vuelto loco y, de un zarpazo, lo mató. Se murió el primer león y Ataúlfo recogió la primera mariposa.
El segundo león se tiró encima de Ataúlfo que se apartó de un brinco y, el león, se golpeó contra el muro de la cueva. Con tanta mala suerte, que el segundo león también se murió, y Ataúlfo recuperó la segunda mariposa.
El primer león, miró al segundo compañero y se echó sobre la mariposa que volaba sobre él. El otro, al verlo, pensó que se había vuelto loco y, de un zarpazo, lo mató. Se murió el primer león y Ataúlfo recogió la primera mariposa.
El segundo león se tiró encima de Ataúlfo que se apartó de un brinco y, el león, se golpeó contra el muro de la cueva. Con tanta mala suerte, que el segundo león también se murió, y Ataúlfo recuperó la segunda mariposa.
El tercer león lloró tanto por la repentina y sorprendente muerte de sus dos amigos que se murió de pena y, el joven, recogió la tercera mariposa del lomo del león.
El cuarto vio la escena y empezó a sentir un irracional temor. Sintió tanto, y tanto miedo, que de miedo se murió. Y, Ataúlfo, recuperó la cuarta mariposa.
El cuarto vio la escena y empezó a sentir un irracional temor. Sintió tanto, y tanto miedo, que de miedo se murió. Y, Ataúlfo, recuperó la cuarta mariposa.
El quinto león vio lo que allí estaba sucediendo, esperó al sexto y, éste, al séptimo león. Los tres leones con sus tres mariposas de colores revoloteando sobre ellos decidieron negociar con el joven y se sentaron a hablar.
- Has podido con nuestros amigos porque vinieron de uno en uno, ahora somos tres. Yo creo que con
tantos no puedes, ¿qué piensas tú?
- Creo que la espada no me ayuda con vosotros, pero sí el cazamariposas porque no quiero saber nada de leones sino de las mariposas que vuelan sobre vuestras espaldas.
El quinto león miró el lomo del sexto, y el sexto el del séptimo, y el séptimo el del quinto león. Los tres gritaron a la vez: “tranquilo, nosotros te las cogemos” y se pusieron a correr en círculos .
Corrieron tanto, el quinto tras el sexto, el sexto tras el séptimo y el séptimo tras el quinto que se cayeron mareados al suelo diciendo: “ah, sois diez caballeros, con vosotros no podemos”. Y se murieron en el suelo.
Ataúlfo recuperó las siete mariposas que guardó en la cesta y se preguntó si, en su mano, tenía quizá un arco iris.
- Has podido con nuestros amigos porque vinieron de uno en uno, ahora somos tres. Yo creo que con
tantos no puedes, ¿qué piensas tú?
- Creo que la espada no me ayuda con vosotros, pero sí el cazamariposas porque no quiero saber nada de leones sino de las mariposas que vuelan sobre vuestras espaldas.
El quinto león miró el lomo del sexto, y el sexto el del séptimo, y el séptimo el del quinto león. Los tres gritaron a la vez: “tranquilo, nosotros te las cogemos” y se pusieron a correr en círculos .
Corrieron tanto, el quinto tras el sexto, el sexto tras el séptimo y el séptimo tras el quinto que se cayeron mareados al suelo diciendo: “ah, sois diez caballeros, con vosotros no podemos”. Y se murieron en el suelo.
Ataúlfo recuperó las siete mariposas que guardó en la cesta y se preguntó si, en su mano, tenía quizá un arco iris.
(...)
Este episodio del Gran Duque del Reino de Alado quería ser un homenaje al Mago de Oz donde hasta el más fiero de los animales nos puede sorprender con su cobardía. En este caso, los siete leones llevaban sobre sí la inverosímil figura de una mariposa. Algo que los leones no pueden aceptar ni comprender y la causa final de la victoria del Gran Duque en una batalla imposible de ganar es la de luchar con las contradicciones del fiero enemigo. Se puede vencer a siete leones si logras distraerlos de su propósito natural; está podía ser la moraleja de este breve episodio. No busquéis símbolos extraños ni números mágicos, es un cuento para niños.
Así que esta es la razón por la que me hizo gracia la frase de "El león que se comió las mariposas" porque mis leones no fueron capaces de comer mariposas pues no es su misión en la vida. Son fieras a las que solo se les puede vencer con inteligencia, quizás dedicándote a cazar mariposas.
Y esto me sirve para relanzar "Cuentos para Teresa" que pronto verá la luz en Amazon y Createspace. Para saber más de esta opera prima linka en este link: CUENTOS PARA TERESA
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